Álbum Medellín es un Caramelo (2011)

Después de que Víztaz, liderada por Oscar Botero, hubiera incursionado hace 20 años en la novedosa tecnología digital, como un medio de mostrar nuestra región y sus patrimonios, hoy, a casi quince años de iniciado el siglo XXI, la Fundación “da un paso atrás” y comienza un proceso de recuperación de prácticas y tecnologías que parecían pasadas de moda y prontas a desaparecer.

De este modo, Víztaz reinventa el álbum de láminas coleccionables, formato en el que ha realizado proyectos de región, con ediciones impactantes en su factura y contenido, y aprovechando su experiencia y conocimiento en el diseño, gestión, producción, divulgación y comercialización de propuestas de recuperación de la memoria cultural.

En este contexto se lanza el álbum Medellín es un Caramelo, de gran acogida entre la ciudadanía; miles de personas lo coleccionaron, pegaron e intercambiaron láminas, y tuvieron la oportunidad de acercarse a nuevas percepciones la ciudad, su gente y su territorio.

El lanzamiento del álbum en un gran evento donde 2.000 asistentes reciben el álbum y una buena cantidad de láminas autoadhesivas, catapultó a las personas que se pegaron a llenarlo, esto, más intercambios programados en los centros comerciales para facilitar que las personas llenaran el álbum, más los premios e incentivos permitieron que miles lo llenaran y de esta forma conocieran un poco más su ciudad. (Entre quienes llenaron el álbum se entregó: Un carro 0 km como primer premio, $3.000.000 como segundo gran premio y $2.000.000 como tercer gran premio. Entre quienes estuvieran llenando el álbum se entregaron: Cinco computadores portátiles, cuatro televisores planos, tres Xbox. Además: $1.000.000 para la primera persona que presentó el álbum lleno. $600.000 para la segunda persona que presentó el álbum lleno. $400.000 para la tercera persona que presentó el álbum lleno y quinientos libros de lujo compactos Retratos de Medellín; uno para cada una de las primeras 500 personas que presentaron el álbum lleno).

La gran gestión para vincular a la Alcaldía de Medellín y otras entidades públicas y privadas permitió que el álbum circulara prácticamente financiado por lo que las personas no tenían que invertir un gran recurso para completarlo.