Oscar fruto de su forma de mirar el mundo y de su carrera de biología hace un trabajo fotográfico sobre la muerte, el cual tiene como detonante una imagen que se encuentra al mover un cajón en el escritorio de su padre y es el de una cucaracha muerta que ha permanecido estripada durante años y tiene la apariencia de un fósil, de acá en adelante el fotógrafo está pendiente y en búsqueda de estripados semejantes, recuerda como matamos sin misericordia los zancudos y otros animales aplastándolos contra una pared o un vidrio, y persigue estas imágenes.
También recuerda que siendo él un niño su abuelo materno le enseñó un juego, que hoy no tendría presentación por considerarse cruel, pero hay que tener en cuenta que esto sucedió a mediados del siglo pasado y para esa época era una cosa aceptable: consistía en darse a la caza de moscas domésticas cogiéndolas con la mano cuando estaban posadas en algún lugar de la casa, labor realmente difícil; una vez que alguna desdichada caía atrapada por su abuelo (pues el nieto de 8 años era incapaz de hacerlo) se mataba y se le despegaba la cabeza la cual se ponía sobre un papel de calcar, que se doblaba y se presionaba contra una superficie plana y resistente, el resultado era que la cabeza que el líquido rojo, semejante a la sangra que hay en la cabeza de las moscas se esparcía y formaba una mancha siempre distinta y en la cual, como en el juego de mirar las nubes, se podrían adivinar figuras.
Estos encuentros y recuerdos hacen que Oscar empiece a realizar estas macrofotografías que muestra en imágenes la matanza que hacemos de los animales en nuestro diario vivir. Con estas fotografías, en la que a que a primera vista no reconocemos el sujeto que ha sido fotografiado y las creemos un trabajo abstracto, están llenas de color y de bellas estructuras, como son las de la naturaleza. Con estas imágenes en gran formato para la época (50 x 70 cm) se realizó esta exposición en la Biblioteca de la Universidad de Antioquia y hay que decirlo, a muchos espectadores que inicialmente se maravillaban por las imágenes, al conocer cuáles eran los modelos repudiaban el trabajo, otros lo disfrutaban, pero todos tuvieron una conciencia más clara de crueldad que tenemos con nuestros compañeros habitantes del planeta.
